Para identificar a un moroso, lo primero es analizar el perfil del deudor. Debe tenerse presente que no todos los morosos son iguales y cada uno necesita un procedimiento personalizado. Aunque la casuística de los impagados es muy amplia, existen unos modelos de comportamiento que permiten agrupar a los deudores en diversas categorías según las características que presentan.
Para hacer un análisis del deudor y averiguar su tipología, simplemente hay que plantearse 5 preguntas clave:
- ¿Quiere pagar el deudor?
- ¿Puede pagar el deudor?
- ¿Sabe el deudor que tiene que pagar?
- ¿Es de buena fe el deudor?
- ¿Tiene el deudor una razón objetiva para no pagar?
Con las respuestas obtenidas se puede ver si pertenece a una de las 4 categorías básicas de morosos:
- Morosos intencionales: que pueden pagar pero no quieren
- Deudores fortuitos: que quieren pagar pero no pueden
- Deudores desorganizados: que pueden pagar pero no saben lo que tienen que pagar
- Deudores circunstanciales: que pueden pagar pero no lo hacen porque hay un litigio